lunes, 10 de diciembre de 2012

PRESENTACION

Este es el cascajo cochambroso cuando me lo entregaron.

En este nuevo blog quiero compartir la restauración de un Outlander 400 que ha caído en mis manos como una especie de  regalo-maldición, ya que lo que en principio me había planteado como un pequeño arreglo para salir del paso y venderlo se ha convertido en una restauración completa.
El motivo de no querer venderlo es porque tras dar un par de vueltas por el campo, me he dado cuenta de lo que se disfruta con un cacharro de estos.

El ATV ha estado siempre en zona de costa y el único problema "en principio" era que tenía el chasis roto (mas bien corroído por el salitre). Y digo en principio porque al final no he conseguido encontrar una sola parte que funcionara o no estuviera oxidada. ¡Vaya regalito!
El chasis roto, no frenaba, no tenía luces, el diferencial trasero también roto, el regulador roto, mas todo lo que ha ido apareciendo después.
El motor sin embargo funcionaba bien, tiene tan sólo 4500 km, que en un ATV se multiplica por 7 como los años de vida de un perro pero bueno...funciona y tira bien, por eso me he decidido a arreglarlo en la medida de lo que pueda.

Aparte de matar el rato haciendo este blog, la idea es también fomentar esa "culturilla del hágalo usted mismo" por si a alguien le sirve de ayuda y así se ahorra unas pesetillas, que los talleres no son precisamente lo que se dice baratos, y ya si hablamos de Bombardier todavía menos....

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